Las Polis Griegas.
Polis, en griego, quiere decir ciudad, y ese era el nombre que recibían en Grecia las diferentes polis, que nacieron luego de la desaparición de los reinos micènicos , cuando se agruparon los pequeños poblados buscando la seguridad que se había extinguido junto con los palacios fortificados.
Cada polis, que halló la protección en un dios, y se instaló en sitios estratégicos, escondía una diferente civilización, a pesar de estar unidas por el lazo común de ser todos helenos, con características particulares y muchas veces, con enfrentamientos bélicos entre ellas.
Todas las polis mantenían ciertos rasgos idénticos, como sus dioses, sus mitos, sus antepasados comunes, su lengua, su escritura, los juegos olímpicos, etcétera, pero a la vez tenían sus tradiciones propias, e independencia política, jurídica y militar.
Las polis estaban formadas por un lugar sagrado llamado Acrópolis, donde estaban los templos a los dioses, la residencia de las familias más importantes y de las autoridades, y servía de resguardo ante el peligro, pues era un sitio fortificado.